AUTORES:
- Angie Vanessa Galindo Ipuz
- Gustavo Andres Ñañez Erazo
La
metodología empleada fue de enfoque cualitativo, con diseño participativo e
interdisciplinario. Se desarrolló en cuatro fases: diagnóstico ambiental y
sociocultural, diseño de la estrategia pedagógica, implementación práctica y
evaluación del impacto. Se utilizaron técnicas como observación del
participante, encuestas diagnósticas, talleres experienciales y análisis de
productos (como compost y jabón artesanal). La propuesta se sustentó en
metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos, el trabajo
colaborativo y el “aprender haciendo”.
Los
resultados evidenciaron un cambio significativo en los estudiantes en términos
de conciencia ecológica, apropiación de prácticas sostenibles y fortalecimiento
del pensamiento sistémico. La comunidad educativa logró implementar procesos
como el compostaje escolar, la transformación de aceite usado en productos de
aseo y la creación de campañas de sensibilización ambiental. Estos logros
consolidaron una cultura de corresponsabilidad ambiental en la institución, con
impactos positivos tanto a nivel escolar como familiar.
En
conclusión, la investigación demuestra que la educación ambiental, cuando se
articula desde un enfoque de complejidad, permite no solo abordar problemas
ambientales locales, sino también generar procesos de transformación social,
cultural y pedagógica. La experiencia desarrollada en el Colegio Cooperativo
UTRAHUILCA constituye un modelo replicable, alineado con la Agenda 2030 y los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (particularmente los ODS 4, 11 y 12), que
promueve la formación de ciudadanos críticos, éticos y comprometidos con el
cuidado del planeta.
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